Intervenciones en medios de comunicación

Intervención de Inés González Carballo, Psicóloga Clínica, para Informativos Antena 3.

Durante estas semanas de confinamiento los patrones de alimentación se pueden ver sustancialmente alterados. Los motivos son varios pero destacan el cambio de horarios (al no trabajar o teletrabajar ya no se sigue la rutina habitual), el aburrimiento y la ansiedad por no poder salir (que promueven un mayor consumo de alimentos refinados y de alto valor energético), la nueva “moda” por la repostería casera (aunque su calidad nutricional sea mejor, se abusa de ella), etc.

Es importante crear una nueva rutina horaria que se ajuste a la situación actual, así como incorporar algo de actividad física “casera” en la medida de lo posible. También ayuda el hecho de crear (¡y seguir!) un menú basado en la cocina mediterránea y evitar, en la medida de lo posible, comprar alimentos de alto contenido calórico pero bajo valor nutricional. No debemos olvidar incorporar en nuestra alimentación frutas y verduras para evitar desarrollar ciertas carencias de vitaminas y minerales (especialmente vitamina D).

Cuidar la alimentación es siempre una inversión en salud fundamental (“men sana in corpore sano” que decía el proverbio latino), sin embargo, estas semanas lo es especialmente más pues el desajuste que provoca este abrupto cambio de circunstancias puede ser propicio y desencadenar cuadros de trastornos alimenticios en aquellas personas con factores previos sensibles a los mismos. Y, es que, nuestra salud mental repercute en todos y cada uno de los parámetros de nuestra salud general.


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